HISTORIA DEL TALLER

Nuestra historia inicia desde la infancia de mi madre, cuando mi abuela le obsequió una muñeca a los ocho años a pesar de las carencias económicas en la que vivían, ella fue criada en un humilde hogar de Anorí (nordeste Antioqueño colombiano), donde prevalecieron los valores humanos y el amor.
Esa sencilla muñeca hecha de una media de nylon vieja le sirvió de entretención y luego como adolescente, todo recurso que llegaba a sus manos lo convertía en juguetes y hacía sus propias muñecas. Con el paso de los años llegaron los hijos y fue así como una experiencia de niña al crear numerosas muñecas, le sirvió también como una opción para ofrecerle a su familia, siempre contando con la creatividad de sus hijas y el empeño grande de ella. Desde aquella época, ya van 39 años de esfuerzos que hoy se reflejan en lo que se convirtió en una industria familiar.
Hemos recorrido muchos lugares ofreciendo nuestras muñecas primero en el mercado artesanal de San Alejo, ferias locales, nacionales e internacionales, antes de la pandemia contábamos con varias colaboradoras que apoyaron los proceso durante muchos años y hace 20 años el taller lo manejo sola ya que mi hermana montó su empresa de decoración en madera que trabaja con su esposo.
Vivo en barrio Manrrique de la comuna 3, en este momento trabajo sola en mi casa y cuando hay pedidos al mayor cuento con el apoyo de algunas amas de casa que me apoyan en algunos procesos , vendo por las redes sociales y algunos clientes han vuelto a retomar pedidos voy con todo en animo a seguir contando la historia entre retazos, hilos, algodón y las hermosas muñecas de trapo Mechasdolls.