JORGE FERNANDO CUÉLLAR INSUASTI

18 años DE EXPERIENCIA

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TALLER ARTESANAL TIERRA COLOMBIANA "IDENTIDAD ARTESANAL DE CIUDAD"

BISUTERÍA CON SEMILLAS, CORTEZAS, CÁSCARAS Y TEJIDOS

HISTORIA DEL ARTESANO

Empecé a la edad de ocho años, aprendiendo de mi madre el oficio del crochet. En los 90, cuando tenía diez años, hacía collares ensartados de pepas de cerámica con casitas, búhos y precolombinos, el “machete” de la época. Durante varios años fui aprendiendo diversas técnicas artesanales y conociendo variedad de materiales con los artesanos en La Playa, acá en Medellín.
Por esos años, acompañaba a mi madre al Mercado de Sanalejo llevando la producción en su carro de rodillos desde La Playa hasta el Parque Bolívar. Al terminar el colegio, debía elegir mi futuro y preferí dedicarme a tejer sombreros, bolsos, mochilas y gran variedad de artículos. Para hacerlo solo necesitaba una “lengüeta” e hilos, así surgió mi pasión por ser artesano.
Para independizarme, empecé en la plazuela San Ignacio exponiendo mis productos sobre un pequeño “tendido” de 50 X 50 cm. ¡Ah, cómo disfrutaba sentarme en esas antiguas bancas y ponerme a tejer! Mi destreza era tal, que muchas señoras paraban para bendecir mis manos. En el año 2000, mi madre me cedió su puesto en el Mercado de Sanalejo y, en el 2006, me gané el concurso Capital Semilla. Así nació el Taller Artesanal Tierra Colombiana, gracias a mi esfuerzo, al apoyo y herencia artesanal de mi madre y de mis compañeros artesanos, quienes compartieron conmigo sus talentos y conocimientos.

ANÉCDOTA

Cuando tenía 15 años, me contactaron para hacer los recordatorios de una carrera de observación del llamado BIC “Banco industrial Colombiano”, ahora Bancolombia. El cliente siempre trató conmigo por teléfono fijo, en esa época no eran comunes los celulares. Cuando llevé las muestras, me las recibió la secretaria y el negocio se concretó. Al momento de la entrega, el cliente se sorprendió al ver que era un chico y me dijo: “¿Cómo vamos a pagarte si eres menor de edad?”, le respondí: “No se preocupe que yo le recibo efectivo”. Me aclaró que los pagos no se hacían de esa forma; me pidieron varios documentos y obtuve mi primer pago con cheque expedido por uno de los “duros” del banco. Ese día comprendí, que había mucho por aprender si quería hacer de mi oficio un trabajo “con todas las de la ley”.

HISTORIA DEL TALLER

El taller comenzó formalmente a finales del año 2006, luego de ganar el concurso Capital Semilla, con una propuesta de bisutería artesanal con semillas, así pude obtener los recursos económicos para acondicionar las instalaciones en mi casa y comenzar el proyecto. Al cabo de algunos años, luego de consolidarme como artesano y gracias al reconocimiento de mis clientes, logré el sueño de abrir mi propia tienda. Después, el taller debió salir de mi casa para poder tener un espacio independiente. Desde entonces, en el taller nos dedicamos al oficio de la bisutería artesanal con semillas tejidas en crochet y macramé. Mis productos recorren el mundo vistiendo de identidad artesanal y narrando las riquezas de esta hermosa tierra con color y formas que hablan del valor de lo hecho a mano y de la importancia de regresar a lo natural y lo ancestral, a través de materiales nobles y técnicas artesanales que hacen parte de nuestro patrimonio y biodiversidad.

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